Shoshin (初心) – Mente de principiante
Una invitación a soltar todo lo que creés que sabés.
A mirar como si nunca hubieras visto.
A caminar como si cada paso fuera el primero.

“En la mente del principiante hay muchas posibilidades,
en la del experto hay pocas.” — Shunryu Suzuki

Shoshin no es ignorancia, sino presencia libre de etiquetas.
Cuando llegamos a un lugar nuevo —o cuando nos permitimos ver el mismo lugar con nuevos ojos— nace esta forma de percepción.

Shoshin es también un estado artístico:
No busco la foto perfecta. Busco sentir.
No quiero tener razón. Quiero estar.

Teléfono público verde en un parque con cerezos en flor de fondo con flores rosadas, en un atardecer

No sé lo que veo.
Y en ese no saber, respiro.

Hoy no necesito entender, ni capturar.
Solo estar. Solo mirar. Solo sentir.

Camino por una ciudad que podría ser cualquier ciudad.
Pero si estoy atento, si afino la mirada,
cada esquina me habla.

No vine a repetir lo que otros ya vieron.
Vine a dejar que este instante me atraviese.

Hoy empiezo de nuevo.
Hoy empiezo por primera vez.

Un árbol de pino con ramas retorcidas y follaje verde en un entorno natural con otros árboles y arbustos a su alrededor.
Calles vacías en la noche con iluminación tenue y postes de luz a lo largo de la calle
Vista de una calle urbana en Japón con señales de tráfico, un hombre hablando por teléfono y una mujer en bicicleta cruzando la calle en un día soleado.
Un bosque con bambú y plantas verdes, con cadenas de flores amarillas colgando entre los tallos. Texto en español superpuesto que habla sobre historias, ideas y filosofía japonesa.

✦ Contemplación: “Mirar como si nunca hubieras visto”


Durante una caminata, elegí un recorrido habitual o una calle nueva. En silencio, sin celular, simplemente observá:

  • Las texturas de las paredes

  • Las formas del agua o el viento

  • Los rostros ajenos

  • Los sonidos a tu alrededor

Al final, preguntate: ¿Qué vi hoy por primera vez?

✦ Fotográfico: "La cámara como si no supiera nada"


Tomá 3 fotos sin pensar. Solo reaccioná a lo que llame tu atención en ese instante.
No busques estética ni perfección: buscá sorpresa.

Después, volvé a mirar esas fotos.
¿Qué te contaron? ¿Qué parte de vos se presentó en ese disparo?

Paso sin prisa,
el río sigue fluyendo,
yo solo observo.